Esa tarde, yo andaba por el campo tranquila hasta que me encontré un animal muy particular llamado ``El omido´´. al verlo, me sorprendí y me asusté.
Tenía la apariencia de un pájaro de plumas celestes y azules. Sus ojos eran rojos y si alguien se acercaba un poco lo picoteaba. Tenía dientes muy afilados.
Al verlo, corrí y lo atrapé con una caja, después lo pasé cuidadosamente a la jaula. Al otro día, pude observar que estaba dando vueltas, entonces pensé que era por hambre y, suponiendo que era carnívoro, le di carne. Estaba en lo cierto : en dos segundos la devoró y dejó de dar vueltas. Cada día pasaba lo mismo y, a medida que lo alimentaba, se amigaba conmigo.
Una noche me di cuenta de que no dormía porque vi sus ojos rojos alumbrando en la oscuridad.
Al llegar la mañana me despertaba con un canto particular.
Con el tiempo me di cuenta de que, aunque teníamos una buena relación, el Omido no era feliz, se notaba en su mirada. Entonces decidí liberarlo en el lugar donde lo había encontrado. Esa noche lo lleve al campo y vi una multitud de ojos rojos que de a poco se alejaban junto con mi pequeño amigo.
