Tomás no podía
conciliar el sueño, percibía una presencia en su casa y no podía verla. Tomo
sus calmantes y logro dormirse. En sus retorcidos sueños sintió que sus extremidades
se desprendían de su cuerpo, era tan real que dudó de que fuera una fantasía.
Pronto escucho en su oído un susurro :
``la venganza a comenzado´´
Todo tenía
sentido; lo que el había pensado que era un sueño era real. Tomás estaba
muerto, pero aun divagaba en su memoria aquel recuerdo de como todo había
comenzado...
Era un día común
y corriente de 1967 en la escuela. Tomás
estaba caminando por el pasillo entre la multitud para llegar a su clase, el
hombro de Verónica y Tomás chocaron:
-¿qué te pasa?- pregunto Verónica de mal modo.
-perdón, fue un accidente- contesto Tomás.
- No creo que haya sido sin querer, últimamente me miras de forma
extraña-agregó enojada.
-Es que no entiendo cómo puede haber tanto odio en una persona , tratas
mal a todos sin razón- le dijo Tomás.
-cállate, vos no sabes quién soy, no
sabes de lo que soy capaz.
-¿me estas amenazando?- la enfrento Tomás.
- Vos no sabes qué pasa en mi vida, así que no te metas. Y si querés tómalo
como una amenaza.
Ambos
se fueron molestos y entraron a sus salones.
A
partir de ese momento, verónica le hizo imposible el día a día a Tomás durante
todo el secundario. Lo insultaba y lo humillaba en frente de todos. Hasta llegó
al punto de ir a su casa por la noche y romperle la ventana de su habitación.
Tomás nunca le contó a su familia porque no quería
que se preocuparan, y en la escuela tampoco hablaba, por miedo a que Verónica
se vengara. Se guardo el miedo y la tristeza.
Cada vez su luz interior se apagaba más, y el no podía
ni quería prenderla otra vez.
Los problemas para Verónica
comenzaron un frio invierno de noviembre de 1970, cuando ella se acercó al buzón y notó que había una carta que iba dirigida a
ella ;
¨La venganza a comenzado¨
La ignoró
por completo, ya que ella sabía que era envidiada por muchos y que eso era
normal , debido a que siempre había sido la chica más linda y popular.
Pronto otras cartas comenzaron a llegar, cada
vez más extrañas . Aunque para Verónica todas eran iguales y fueron ignoradas
por ella. Hasta que ese extraño jueves Verónica decidió no ir al colegio. Tomás
se sintió furioso al ignorado por Verónica y decidió amenazarla con otra carta
pero esta vez mas peligrosa:
¨Si
no te suicidas te voy a matar con mis propias manos¨
Verónica lo tomó como un chiste e hizo que el
papel siguiera el mismo destino que los demás: la basura.
Tomás decidió ir hasta su casa y cumplir con
su promesa :
-¿Tomás?,
¿que vas a hacer?- dijo ella asustada
-Lo tengo
que hacer.
El entró
bruscamente y la tiró al suelo. Verónica se dio un fuerte golpe contra el piso y se desmayo. Cuando despertó , tenia
un cuchillo en la garganta. Tomás le corto la garganta y salió corriendo.
La policía llego al escuchar los gritos. Cuando entraron , estaba
Verónica desangrada.