Después de haber caminado durante horas, encontró una casita muy pequeña. Ella no lo sabia, pero le pertenecía a una familia de enanitos. Cuando entro, subió unas escaleras y se encontró con un smart tv que ocupaba casi toda la habitación. Como las camas eran muy chiquitas juntó tres, busco el control y se puso a jugar al Mario Bros.
Cuando los enanitos volvían de tomar algo después del trabajo, vieron una luz que salia de la ventana de su habitación. Entraron a la casa sigilosamente, subieron las escaleras y se encontraron con Blancanieves. Los enanitos, exaltados, le preguntaron que hacia jugando y ella les respondió que le encantaban los jueguitos.
Gruñón, enojado, le dijo que la televisión había sido comprad para ver el mundial y no para esos tontos entretenimientos. Después de discutir un largo rato, llegaron a un acuerdo: para poder quedarse, les tenia que enseñar a jugar a ellos cada tarde después del trabajo. Blancanieves accedió.
A la mañana siguiente cuando los enanitos iban a trabajar Blancanieves agarró una pizarra para hacer tácticas y anotar trucos para lo juegos. Así cada día jugaban a un juego distinto en especial los de fútbol porque les encataban.
Se volvieron tan adictos que empezaron a jugar torneos con Blancanieves y así, perdieron su trabajo.
Los enanitos enojados llamaron a la madrastra y le dijeron que tenían a Blancanieves. Al otro día cuando fueron a buscar trabajo, apareció la madrastra disfrazada con un control de play brillante y precioso. Blancanieves lo tomo sin pensarlo y se desmayo ya que su piel absorbido el veneno que tenia.
Cuando los enanitos volvieron, la levantaron entre todos, la pusieron en una cajita de cristal y la llevaron al rió para tirarla,pero en el camino un príncipe la vio, se acerco y le susurro al oído "¿jugamos juntos a la play?". Blancanieves despertó al instante y se enamoro de el.
Finalmente, Blancanieves se fue con el príncipe y jugaron felices por el resto de sus vidas.